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DING DONG

Todo cartero que se precie debe de sortear cientos de obstáculos y trampas para poder hacer decentemente su trabajo, y el mayor y más peligroso de todos, es el conocido y temido Portero Electrónico. Cualquier aventura se vuelve inesperada a la hora de tocar al azar cualquier botoncito; Se siente uno como un auténtico pirata abordando una fragata cargada de suculentos botines. Es un verdadero desafío conseguir entrar a cualquier bloque y no habrá día que no te encuentres al típico vecino que te echa la buya porque le tocas siempre al suyo(que potra tiene el tío, como no habrá botoncitos...) eso si consigues pillarlo en casa, jeje, en fin, ¡Al abordajeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

Toc Toc

3 comentarios:

Josep dijo...

¡TIENES TODA LA RAZÓN¡
UNO VA CON TEMOR PARA NO TOCAR UN
"BOTONCITO" QUE NO SEA EL 3º-2º(POR EJEMPLO),Y SIN EMBARGO LLEGA UNO ,TOCA CUALQUIER "BOTONCITO" Y DICE...¡CORREO PUBLICITARIO¡....
¡¡Y TODO EL BLOQUE LE ABRE A LA VEZ¡
ADEU FLAMENQUIN¡

Anónimo dijo...

Este verano, la chica de correos puso una nota pegada en la puerta de la calle(y esto es verídico), decía algo así: " Si no me abren ustedes, tendrán que ir a la Oficina de Correos a por las cartas"

Al día siguiente veo otra nota, escrita a máquina, de la Administradora : " llevamos diez años en esta casa y nunca hubo problemas con la correspondencia. Cumpla usted con su obligación o ya veremos qué pasa "

jajaja...yo venía de la compra, me tropecé con la cartera y le digo:
" Esto es la guerra, oiga !! "
Nos estuvimos riendo un buen rato a consecuencia de la "correspondencia".

Entre propaganda electoral, de los supermercados y etcétera etcétera...de vecinos, dificil lo tenéis flamenquín !!

Menos mal que ahora no lo lleváis al hombro como antaño, el cartero de mi pueblo se quedó torcido.

flamenquin dijo...

Bueno uno ya tiene sus truquillos, de algunos bloques incluso tengo llaves, y de otros hasta las claves, pero del que no me abren lo tengo claro, al segundo día, tienen que ir por el correo a la oficina, otra cosa no se puede hacer si no abren o no quieren abrir, porque en la calle no se puede dejar. Pero cada bloque es un mundo, y cada vecino más, jeje. Y bueno que hasta la propaganda electoral la llevamos nosotros.